El baño: una mezcla de diseño, comodidad y sostenibilidad.
El cuarto de baño siempre ha sido un elemento distintivo de cada espacio habitable: un lugar de cuidado, reflexión e intimidad.
Entre diseño y funcionalidad: el baño del futuro.
Funcionalidad y comodidad siguen siendo palabras clave en el mobiliario de baño contemporáneo, combinadas con la experimentación de nuevas soluciones y formas para optimizar incluso los espacios más pequeños.
El baño moderno es polifacético, un espacio optimizado para los frenéticos ritmos matutinos que se transforma en un refugio de tranquilidad, dedicado al cuidado personal, por la noche. Materiales naturales como la madera, la piedra y la cerámica acompañan estos momentos, otorgando al espacio un encanto atemporal.
Según las nuevas tendencias, los materiales naturales se combinan con revestimientos de vanguardia, dando lugar a un diseño refinado. Los tonos favoritos destacan el cemento como protagonista, alejándose del más clásico blanco puro para crear un contraste agradable con las texturas cálidas de la madera o la piedra. Este efecto de mezcla y combinación añade dinamismo, manteniendo una estética relajante que evoca la sobriedad del minimalismo escandinavo y japonés. El gres porcelánico, gracias a su versatilidad y resistencia, permite lograr estos resultados con facilidad, combinando belleza y practicidad en un equilibrio perfecto.
Combinando efectos madera como OUDH o JURUPA con efectos cemento como NYUMA y GLOCAL, o el efecto piedra de ELYSIAN TRAVERTINI, es posible crear espacios que reflejen las tendencias contemporáneas, caracterizados por un fascinante juego de texturas y una estética sofisticada.
El poder de la personalización.
Aunque la sobriedad escandinava sigue siendo muy apreciada, en los últimos años ha surgido un creciente deseo de experimentar con patrones y diseños inspirados en la naturaleza.
La paleta de colores también refleja un retorno a la naturaleza, con tonos terrosos y cálidos como el mostaza y el marrón oscuro, y tonalidades de azul profundas como el navy o el cobalto. Cuando se combinan con creatividad y equilibrio, esta paleta aporta al espacio un toque sofisticado con un guiño nostálgico a los años 70. Las superficies de tonos metálicos, como las de la colección LEMMY, completan esta estética, añadiendo un toque de carácter y refinamiento sin comprometer el equilibrio general del ambiente.